
La delegación de Río de Janeiro recibió la bandera olímpica para ser sede de los juegos deportivos en el 2016
Londres (EFE). Río de Janeiro puso sabor tropical a la clausura de Londres 2012 con un rápido repaso a la música brasileña, como aperitivo de la fiesta que prepara para los Juegos Olímpicos de 2016, y sorprendió al llevar como embajador a Pelé.
Brasil convirtió el Estadio Olímpico en un carnaval brasileño con un ejército de 225 bailarines, que salieron al escenario después de que sonara el himno brasileño y de que el alcalde carioca, Eduardo Paes, recibiera la bandera olímpica.
Los ocho minutos de fiesta brasileña comenzaron con la aparición en el centro del estadio de Renato Sorriso, un barrendero famoso en Río porque cada año baila de manera espontánea en el carnaval carioca mientras pasa la escoba por el “sambódromo” en los descansos de los desfiles de las escuelas de samba.
Renato Sorriso, vestido con su habitual uniforme de trabajo naranja y con una escoba en la mano, bailó unos pasos de samba hasta que un “agente de seguridad” intentó expulsarle, pero entonces apareció un torbellino de bailarines para arroparlo.
HOMENAJE AL MAR
Entre los bailarines, que usaban ropas luminosas que remitían a los disfraces de carnaval, apareció la cantante Marisa Monte que entonó unos acordes de la canción “Yemanjá”, que homenajea a la diosa del mar en las religiones de origen africano como el candomblé y el umbanda, que tienen un fuerte arraigo en Río de Janeiro.
A continuación, unos bailarines, vestidos con ropas luminosas que recordaban a los collares y las coronas que usan algunos indios brasileños, danzaron una música de percusión con alusiones a los ritmos tradicionales de los pueblos nativos.
El cantautor Seu Jorge hizo su aparición, vestido con un traje blanco y pajarita dorada, para cantar “Nem vem que no tem”, tema del filme “Ciudad de Dios” en el que él mismo actuó.
Junto a Seu Jorge bailó la modelo Alessandra Ambrosio, que aportó la gotita de sensualidad a la fiesta, mientras sonaban unos acordes de “funk carioca”, un ritmo que hace furor entre la juventud brasileña.
Para finalizar, los cantantes entonaron la célebre canción “Aquele abraso”, del fallecido Tim Maia, y que es considerado como un himno oficioso de Río de Janeiro por su letra que alaba la icónica ciudad y que cualquier brasileño se sabe de carrerilla.
APARECIÓ EDSON ARANTES DO NASCIMENTO
Entonces, en el colofón de la fiesta apareció por sorpresa Pelé, el rey del fútbol brasileño, que estaba oculto bajo una gabardina para que no se le conociera.
Pelé se descubrió y lució la camiseta amarilla de la selección brasileña de fútbol y se fundió en un abrazo con el barrendero Renato Sorriso.
Para finalizar se irguió el símbolo de Río 2016 en el centro del estadio de Stratford, antes de pasar a los discursos del presidente del COI, Jacques Rogge, y del comité organizador de Londres 2012, Sebastian Coe.
La fiesta brasileña tenía como motivo el “abrazo multicultural” que Brasil prepara a los turistas y deportistas en 2016 y fue ideada por el cineasta Cao Hamburger y la directora de escenografía Daniela Thomas.
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